El hall de entrada es el ‘rostro’ de nuestra casa, pero muchas veces no le damos la debida importancia. Lo cierto es que este debe ser un espacio hermoso, de apariencia acogedora, bien decorado y organizado, con espacio para zapatos, chaquetas, bolsos y otros objetos.
Es un punto de transición entre el exterior y el interior y, por tanto, debe ser práctico, funcional, pero a ser posible, bonito. Y hoy en día son muchos los trucos que pueden ayudar, aunque se trate de un pequeño espacio o pasillo, entre soluciones de almacenaje y también accesorios decorativos que marcarán la diferencia a la hora de dar una nueva vida a esta zona de la casa.
Este hall de entrada es amplio, algo que facilita la colocación de objetos. En este caso, destaca la mesa auxiliar con algunas cestas de almacenamiento, pero también un banco para guardar bolsas y mochilas. El espacio de abajo se puede utilizar para dejar los zapatos, por ejemplo.
Una alfombra y algunos accesorios de decoración también pueden marcar la diferencia a la hora de decorar la entrada de la casa. Una mesa para dejar las llaves, el móvil, la billetera, con espacio para algunas cestas de almacenamiento, por ejemplo, y un espejo que le da el «toque» final.
Restaurar un mueble antiguo y darle un toque de color, colocar algunos cuadros y también agregar un jarrón con flores secas, puede ser otra idea a poner en práctica.
Para quienes necesitan almacenamiento, puede ser conveniente disponer de un pequeño banco (como el de la imagen) para dejar zapatos y otros objetos cotidianos.
Las plantas siempre son una buena apuesta, especialmente si el vestíbulo de entrada tiene buena luz natural. Los bancos también pueden servir como soporte, además de móviles. El objetivo es dar rienda suelta a la imaginación y la creatividad.
Un armario abierto con espacio para diferentes tipos de cajas de almacenamiento. También permite la colocación de algunos frascos o marcos, y otros accesorios decorativos que hacen más bonito y acogedor el espacio. En este caso, las imágenes de la pared también marcan la diferencia.
Fuente : Idealista
